tu nuca

17L042006
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Que me da igual, que no me importa la sangre de tu labio, las sombras tristes de la desconfianza que proyectan las palomas suaves de tu entorno, los 538 kilómetros, las prácticas, el rencor pequeño del pequeño buda mirando el cero enorme de su ombligo me dan igual, me importan nada, son piedritas torpes, molestias que espanto con un dedo.

Que incendio Roma, que arraso el planeta como lengua de lava, que reinicio Matrix, que concibo un único pensamiento que haga saltar en pedazos el universo mientras plagio a Cioran impunemente, exploto mi corazón en una nube de confetti hasta anegar la tierra. Porque yo miro el oleaje tranquilo de los días en el horizonte, allí donde se anudan con los tuyos, en un abrazo total, completamente.

Porque siempre fui un hombre con el don especial de la paciencia.